Made in sostenible (II): Por un consumo responsable

Made in sostenible (II): Por un consumo responsable

La pasada semana iniciamos un repaso por los criterios de sostenibilidad a la hora de elegir un juguete, centrándonos en los criterios medioambientales (materiales, procesos respetuosos con el medio ambiente…). En esta ocasión vamos a centrarnos en el factor humano y los criterios económicos. …Porque a la hora de elegir un juguete no basta con mirar sólo el precio.

Las desigualdades entre ricos y pobres han alcanzado su máximo nivel desde que la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) inició su medición hace 30 años. La crisis ha acentuado estas diferencias en países como España, donde los multimillonarios se han duplicado entre 2007 y 2013.

Pero no todas las cifras son negativas. En España el comercio justo creció un 8% en 2014, según los datos aportados por la Coordinadora Estatal de Comercio Justo, aunque queda mucho por hacer. A pesar de este incremento, España sigue estando a la cola de consumo de Comercio Justo en relación con el resto de Europa con un gasto medio por habitante de 0’7 euros, muy lejos de la media europea que se sitúa en 13,4 euros. Los países europeos donde el Comercio Justo genera más ingresos son Suiza (44 euros por habitante y año), Reino Unido (32 euros) y Finlandia (29 euros).

El consumo responsable es un medio de transformación social. Tenemos la capacidad y la responsabilidad de cambiar las cosas desde nuestros hábitos de consumo, eligiendo los comercios locales, los negocios familiares, los productos que en su elaboración tienen en cuenta los derechos de los trabajadores, sus salarios justos, que luchan contra la explotación infantil y la discriminación entre hombres y mujeres y que son respetuosos con el medio ambiente.

Cada vez que compras algo estás manifestándote sobre cómo quieres que sean las cosas. El poder político está cada vez más supeditado al poder económico y el consumo juega un papel esencial dentro de éste último. Por ello, nuestros “votos” en las tiendas son más influyentes que nuestros votos en las urnas.

Antes de comprar un juguete u otro bien de consumo, además de analizar su calidad y su precio, hagámonos las siguientes preguntas:

  • ¿De dónde procede? La globalización ha llevado a que las grandes compañías hayan buscado países con mano de obra barata y pocos controles medioambientales.
  • ¿Quién y cómo los ha fabricado? ¿Se han respetado unas condiciones laborales dignas?
  • ¿A dónde va y cómo se reparte nuestro dinero?
  • ¿Se trata de una gran multinacional o es una pequeña empresa?
  • ¿Dónde comprarlo? ¿En una gran superficie o en una tienda familiar?

En definitiva, reflexionemos sobre qué modelo de comercio estamos favoreciendo. Al comercio tradicional, dominado por las grandes empresas multinacionales y que sólo persigue el beneficio económico para unos pocos, o al comercio sostenible, entendido como un intercambio de bienes y productos y en el que la riqueza se reparte y se respetan los derechos humanos y laborales.

Muñecas Barbie, monstruos de Pokémon, autitos de colección, Teletubbies, el ratón Mickey… Nuestros hijos están todo el día rodeados de juguetes. Algunos son fabricados por personas que, a su vez, también son niños. Esto ocurre en los países de mano de obra barata, en Asia, entre sangre, sudor y lágrimas. LIBRO NEGRO DE LAS MARCAS

Numerosas marcas de primera línea que llenan sus mensajes publicitarios de sus inciativas sociales y eventos altruistas figuran en el Libro Negro de las Marcas por permitir la explotación laboral infantil y condiciones inhumanas de trabajo en países como China, Tailandia, Filipinas…

Las empresas invierten allí donde la producción es más barata y cuando los salarios empiezan a subir se trasladan a otros países. El sector del juguete no escapa de esta dinámica. Mientras que hace 50 años Estados Unidos era el mayor fabricante mundial de juguetes, en los años 70 las compañías norteamericanas radicaron su producción en los denominados “tigres asiáticos”: Hong Kong, Taiwan, Corea del Sur, y se fueron desplazando hacia Tailandia, Indonesia, Malasia y Filipinas cuando empezaron a subir os costes salariales. A día de hoy un tercio de los juguetes de todo el mundo proceden de China.

En el Libro Negro de las Marcas se menciona el caso de Chicco, de Mattel, de Disney… Historias escritas bajo el mismo patrón, la falta de seguridad, las pésimas condiciones laborales, la discriminación entre hombres y mujeres, la explotación infantil…

Algunas recomendaciones

A la hora de comprar recuerda:

  • Debes hacerte las preguntas señaladas anteriormente y, sobre todo, si lo que vas a comprar va a satisfacer realmente una necesidad o deseo, o bien si lo compras compulsivamente.
  • Piensa a qué tipo de comercio quieres favorecer. No olvides que consumir productos locales, productos ecológicos o de comercio justo, productos naturales y productos reutilizados y reciclados, son sin duda las mejores opciones medioambientales y sociales.
  • Infórmate a cerca de las repercusiones sociales y medioambientales de los bienes y servicios. Pide información. Es tu derecho.
  • Asegúrate de la calidad de lo que compras, de cara a adquirir bienes más saludables y duraderos.
  • Busca alternativas que minimicen la explotación de los recursos naturales: segunda mano, reutilizar, intercambios, reparación.
  • Haz un buen mantenimiento de las cosas y cuando acabe la vida útil de un producto, ten en cuenta las posibilidades de reciclar los materiales de que está hecho. En caso de ser defraudados, ejerce tus derechos como consumidor.
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