Sin prisas… ¡Creando el clima prefecto!
Vivimos en un mundo en el que prima la inmediatez, el ahora, en el que todo lo que tarda más de 30 segundos hace que perdamos nuestra atención. Tenemos que dejar todo esto a un lado. Porque las prisas son grandes enemigas del juego en familia y, sobre todo, de los juegos de mesa.
Para jugar la partida perfecta lo primero que tenemos que hacer es captar la atención, contando y saboreando el supuesto y el planteamiento del juego, dándole emoción, a modo de cuento; adornándolo, enriqueciéndolo e introduciendo a los participantes en la aventura (un viaje por el tiempo, una expedición al Amazonas…).
Es muy importante leer bien las instrucciones del juego y explicar el objetivo a alcanzar antes de empezar, asegurándonos de que todos los participantes las han entendido.
Espacio/Ambiente
Es importante además cuidar el ambiente y el espacio de juego. Los jugadores han de colocarse en torno al tablero-espacio de juego, cómodos y de manera que puedan acceder a todos los componentes que necesiten. Intentaremos aislarnos en nuestro universo, evitando ruidos e interrupciones del exterior; concentrados y relajados antes de empezar, con un chocolate caliente y todos los “víveres” que necesitemos para adentrarnos en el juego sin salir de él hasta que acabe la partida.
Predisposición
Para llegar a jugar “LA PARTIDA PERFECTA” tenemos que estar predispuestos a imaginar, a vivir una aventura, a reir… Porque jugar no es sólo aplicar las normas del juego; hay que adentrarse en él, en un mundo paralelo al que accedemos a través de nuestra imaginación.
Encontrar juegos dentro del juego
Tenemos que hacer un juego de cada paso. Animando al equipo antes de empezar, dándole emoción al tirar el dado (incluso empleando conjuros – “por Neptuno que me salga un uno”-), participando todos, animando, soplando…
L@s jugador@s perfect@s
En los juegos de mesa cooperativos los jugadores son uno de los aspectos más importantes. Se trata de jugar con los demás, no contra los demás. El objetivo es que todos lo pasemos bien, dando lo mejor de nosotros, con ganas de divertirnos y nada de enfados. Aplaudiendo cuando alguien consigue su objetivo y recordando que siempre somos compañeros de juego, aunque estemos en equipos diferentes.
En los juegos de mesa cooperativos se juega para superar desafíos u obstáculos y no para superar al resto de los jugadores/as, dando importancia a las metas colectivas y no a las individuales; buscando el aporte de todos, eliminando la agresión física y desarrollando actitudes de empatía, cooperación, aprecio y comunicación. Sin discriminar a las personas que tienen dificultades y sin obligar a nadie a participar en el juego.
Y estad preparados, pues si seguimos estas pautas y si la suerte de los dados nos acompaña, cualquier tarde lluviosa de este invierno nos puede sorprender… ¡¡la partida perfecta!!
