Este grupo humano camina jugando por el tablero de la vida sin perder nunca la ilusión ni las emociones de la infancia Se llaman “Cuéntame un juego” y su noble misión es la de divertirse y contagiar su pasión por los juegos de mesa a los niños y a los que nunca dejan de serlo a pesar del paso del tiempo.. Os dejamos con ellos…
Brevemente, ¿Qué es “Cuéntame un juego y cómo surge vuestro proyecto?
Cuéntame un Juego es un proyecto lúdico educativo en el que damos a conocer el maravilloso mundo de los Juegos de Mesa a los peques y a los que no son tan peques. Y, ¿cómo nace Cuéntame un Juego? Pues de la manera más simple posible. A nosotros desde hace ya bastante tiempo nos gustaba jugar a juegos de mesa entre nosotros y nuestros amigos más íntimos. Claro, con el tiempo la familia empieza a crecer y estos niños empiezan a hacerse mayores y a preguntarnos qué estamos haciendo cuando no ponemos delante de unas cartas o de un tablero. Y cuando los ponemos a ellos delante de estos elementos y vemos que les gusta, nos preguntan y… empiezan a ganarnos las partidas, se nos encendió una bombillita y pensamos, ¿y por qué no lo hacemos con los amigos de nuestros hijos también? Y poco tiempo después dijimos: ¿y hacerlo también con los compañeros de clase de nuestros hijos? Y organizamos el Primer Taller Infantil de Juegos de Mesa en el cole de nuestro hijo de cinco años a finales de enero de 2014, con un tremendo éxito.
¿Por qué reivindicáis en estos tiempos “tan tecnológicos” el juego de mesa?
Nosotros no estamos en contra del acceso de los niños a las nuevas tecnologías. Es más, tienen que conocerlas, pero lo más importante, saber usarlas y hacer un uso responsable de las mismas, labor donde los padres somos parte fundamental. Pero eso no quiere decir que la tecnología sea lo único. Los juegos de mesa nos ayudan a ser personas más sociables y a crear un clima adecuado de convivencia. Cuando nos sentamos a jugar a un juego, en ese tiempo interactuamos, hablamos, reímos y parece como que el mundo se detiene. Este rato de convivencia entre padres e hijos, abuelos y nietos, tíos y sobrinos, es fundamental para el desarrollo social de los más pequeños. Desgraciadamente, vivimos en unos tiempos donde todo pasa deprisa, nunca tenemos tiempo para nada: colegio, trabajo, actividades extraescolares, deberes, etc. Pero es fundamental encontrar un hueco para padres e hijos donde sólo estemos para ellos. Y el Juego de Mesa es una buena excusa.
¿Pensáis que el juego de mesa aún tiene vida o está en decadencia? ¿ han perdido las nuevas generaciones la cultura del juego de mesa a favor de los videojuegos?
Pensamos que el Juego de Mesa cada vez goza de mejor salud. Poco a poco con iniciativas como la vuestra, la nuestra y otras que hay por España, los “nuevos” Juegos de Mesa se están dando a conocer cada vez más. Pero aún queda mucho camino por recorrer, pero un camino que es igualmente fascinante. Es cierto que las nuevas generaciones no juegan a los juegos de mesa, pero la razón es muy sencilla: desconocen que existen. En cuanto los prueban, en un muy alto porcentaje quieren volver a jugarlos. Nosotros lo vemos cada vez que hacemos un taller. Por eso, es muy importante su divulgación, y para ello es básico hacerlo sobre todo en la red de redes, internet, y en las redes sociales.
¿Qué consejos daríais a la hora de regalar un juego de mesa?
Es muy importante ver la edad recomendada. Que el juego sea atractivo visualmente, que llame la atención. Conocer el juego previamente para ver que posibles capacidades pueden desarrollar los niños al jugarlo, pero a su vez que sea divertido para ellos. Si no se divierten, no servirá.
¿Recomendáis seguir algún ritual antes de comenzar a jugar una partida?
Nosotros tenemos uno. Desde hace algún tiempo elaboramos un Mantel de Juegos. Sólo se puede jugar con él. ¿Ganar o que la partida sea divertida? Sobre todo, pasarlo bien. Reír, hablar, interactuar… Pero si ganamos, mejor. Pero siempre con respeto. Es muy importante saber perder, pero más aún saber ganar. Por eso pensamos que los juegos cooperativos son básicos para que los jueguen los peques. Todos tienen un fin común, nadie gana sólo ni nadie pierde sólo. O todos ganan, o todos pierden. Por lo tanto la colaboración es capital para poder conseguir el objetivo de la partida.
